Las prácticas de lectura y la ergonomía de la lectura se ven
muy afectadas por las tecnologías de la lectura. Más aún, los libros electrónicos y los libros impresos
podrían verse como dos tipos diferentes de dispositivos
de comunicación que invocan una variedad de prácticas
de lectura diferentes: como lo demuestran una variedad
de historiadores de libros e investigadores de publicaciones
contemporáneas, tanto la comprensión del texto como las
elecciones del lector son influenciado por la organización
del texto en la página, por la apariencia visual y física de
un libro impreso, incluido el diseño de la portada y
contraportada, por anuncios publicitarios, el nombre
del autor, dedicatorias e inscripciones, prefacios, el título
del libro , y así; y por los contextos minoristas, sociales
y personales en los que se vende, comercializa y lee
el libro. Al contrario que en la cultura impresa, el
diseño de una página de pantalla de un libro electrónico es fluido,
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